Copa República Argentina: con un gol de oro de Francisco Elizalde, Trenque Lauquen ganó la final contra La Natividad
12/12/2024 08:23 PM
El festejo es allá, en el rincón de Trenque Lauquen. Donde todos gritan "¡vaaamoos!". Donde los jugadores se abrazan y sonríen. Donde se repiten las felicitaciones y se multiplican los elogios. Acá, en el sector de La Natividad, el deporte muestra la otra cara. La frustración por perder algo que estaba casi ganado, la impotencia de no poder volver el tiempo atrás y subsanar algún error grave, alguna decisión equivocada. No poder hacer que la historia sea como parecía que sería, hasta dos minutos antes de la campana final, momento en el cual el cuadro verde se imponía por tres tantos y la Copa República Argentina, del Campeonato Nacional Intercircuitos con Handicap, debía ser asegurada manteniendo la posesión de la bocha y sin cometer faltas.
Al borde la cancha Juan Carlos Harriott (h.), la número 1 del predio de Pilar de la Asociación Argentina de Polo (AAP), Bartolomé Castagnola (h.) y Rufino Laulhé, más fogueados en la alta competencia que sus compañeros, no encuentran respuestas a lo sucedido, ni mirando al piso ni levantando la vista al cielo. Recibieron una ventaja de 6-0 y al cierre del segundo chukker vencían por 11-2. Sin embargo, no alcanzó. "¿Qué estoy haciendo acá, perdiendo por tanto?", pensaban Hilario Ulloa y Francisco Elizalde en aquellos instantes. A León Donoso y a Pedro Chavanne directamente se les vino el mundo abajo.
La precisión de Elizalde (premiado por la organización como el jugador más valioso) para convertir un penal de 30 yardas en el chukker suplementario y definir el asunto golpeó duramente a los chiquilines. Son dos jugadores de enorme potencial. Desfachatados para desenvolverse, criteriosos, habilidosos, comprometidos y de un temperamento y una mentalidad poco comunes para sus edades: 15 años, Pedrito, y 14, León. Dos plumas que flamean sobre el caballo. De físicos aún sin desarrollarse, que no les temen a formados y experimentados hombres del calibre de Ulloa y Elizalde. Si hay que chocar, chocan, no huyen de la marca, pero vivos e inteligentes, prefieren el pase largo y echarse a correr, para entonces sí sacar ventaja de la liviandad y aprovechar el increíble taqueo y la precisión para embocar al arco desde lejos o con escaso ángulo. Los dos anotaron al cabo de lujosas maniobras. Y Pedro habría sido la gran estrella de la tarde si esa fenomenal corrida de toda la cancha, tras ser habilitado por Barto y en busca del gol de oro, hubiera terminado en los mimbres y La Natividad se hubiera consagrado campeón. Pero la bocha, caprichosa, le dio un mal pique y el triunfo se escapó por la línea de meta.
Chavanne y Donoso no tenían consuelo. Ni lo tendrán por varias horas. Ambos se bajaron de sus caballos entre sollozos y lágrimas. Es natural. Pero cuando se les pasen la bronca y la tristeza pensarán con mayor claridad y entenderán que el deporte es así, que la vida es así. Que sacan y dan sin explicaciones, sin calcular merecimientos. Y que con ese don para jugar al polo, con esa cabeza fría, con tanto fervor circulando a todo trapo por las venas y con el nivel de las yeguas que montan (como Patagones Ortiga, usada por Chavanne, ganadora del premio Jaime Amorín al mejor ejemplar del encuentro), el futuro les deparará grandes alegrías que taparán la amargura de hoy.
El Nacional, prestigioso torneo creado por Francisco Ceballos, entonces presidente de la AAP (1929-1934), se inició este año en la temporada de otoño, pero las lluvias de abril obligaron a postergar su definición para esta semana. El martes se desarrollaron las semifinales y este jueves se jugó el partido definitorio, que concluyó con un 19-18 de Trenque Lauquen sobre La Natividad. El equipo de Cañuelas presentó la alineación titular; en cambio, su adversario introdujo dos cambios: Ulloa y Elizalde ocuparon los lugares de Juan Ruiz Guiñazú y Roberto Bilbao. El cuarteto subió a 28 goles de handicap, y al superar por 6 a La Natividad, éste recibió seis tantos de diferencia antes del primer throw-in.
Se trata de un torneo por ventaja, que equilibra las chances de triunfos de los contendientes, y pueden anotarse equipos de entre 0 y 40 goles. Primero compiten en los subcircuitos y luego en los circuitos (de acuerdo con la conformación del mapa del polo nacional) y los 16 clasificados en esa etapa pasan a la rueda final, que año tras año se realiza en Pilar y Palermo. En esta temporada los 16 participantes de la instancia de Buenos Aires ostentaron entre 16 y 27 tantos de valorización, salvo por esa modificación en Trenque Lauquen.
A pesar de no ganarla desde 2003, y de que esta vez no participó, Coronel Suárez es el club que más veces conquistó la República, 16. La Natividad, con Barto, su hermano Jeta y su padre, Lolo, había festejado en 2016. Y Trenque Lauquen logró su quinta coronación; las cuatro anteriores ocurrieron en 1952, 1955, 1966 y 1995. En el nivel individual, el suarense Juan José Brané posee el récord de consagraciones: 5 (1986, 1992, 1999, 2000 y 2002).
Síntesis de Trenque Lauquen 19 vs. La Natividad 18
- Trenque Lauquen: Hilario Ulloa, 9; Juan Jauretche, 7; Francisco Elizalde, 9, y Louis Devaleix, 3. Total: 28.
- La Natividad: Pedro Chavanne, 3; León Donoso, 4; Rufino Laulhé, 5, y Bartolomé Castagnola (h.), 10. Total: 22.
- Progresión: Trenque Lauquen (0-6), 2-9, 2-11, 7-13, 11-15, 13-16, 18-18 y 19-18.
- Goleadores de Trenque Lauquen: Ulloa, 6; Jauretche, 3, y Elizalde, 10 (3 de penal). De La Natividad: Chavanne, 2; Donoso, 2; Laulhé, 5 (1 de penal), y Castagnola (h.), 3 (2 de penal).
- Jueces: José Ignacio Araya y Martín Aguerre. Árbitro: Hernán Tasso.
- Cancha: Juan Carlos Harriott (h.), Nº 1 de AAP, Pilar.
- Premio al mejor jugador: Francisco Elizalde.
- Premio Jaime Amorín al Mejor Caballo de la Final: Haras Patagones Ortiga, montado por Pedro Chavanne.
- Premio AACCP al mejor producto jugador inscripto raza polo argentino: Oriental Mickey, utilizado por Elizalde.