Luna del Lobo: por qué se llama así, a qué hora sale y el vínculo con Julio César y el dios de la Guerra
01/13/2025 01:32 PM
Julio César atravesó el Canal de la Mancha al mando de 10.000 hombres, hace casi 21 siglos, para extender los límites del imperio romano sobre las Islas Británicas. Fue una mañana a finales del verano boreal, pero la fecha exacta se perdió en las arenas del tiempo. Fue rescatada a finales del siglo XVII por un famoso astrónomo y su conexión con la luna llena. Una luna llena como la que asomará por el horizonte hoy, escoltada por el dios de la guerra, el planeta rojo, Marte. Un espectáculo que se puede remontar a la misma Luna que elevó las mareas del Canal de la Mancha y enfrentó a Julio César tanto, como los celtas que defendieron su amada tierra de Britania.
Hoy nuestro satélite natural brillará en toda su extensión y será acompañado a su derecha por Marte. Cuando el Sol se oculte por el oeste, asomará la Luna por el este. ¿En qué momento exacto? Depende del lugar del país. En la ciudad de Buenos Aires sucederá 20.26, en Córdoba 20.40, en Posadas 19.55, en Mendoza 21.04, en Ushuaia 22.43. Más allá del horario en particular de cada ciudad —que se puede consultar en Google—, conviene saber que le toma apenas dos minutos al disco lunar emerger completo tras el horizonte. Y no lo hará solo, la acompañará el dios de la guerra.
Con un rojo ocre, que los antiguos romanos imaginaban como a un potente guerrero bañado en sangre, el planeta Marte se ubicará a la derecha de la primera luna del año. Por mostrarse en enero, los indios norteamericanos la apodaban Luna del Lobo, ya que en el frío intenso y las gruesas nieves del invierno boreal, las manadas de lobos aullaban en las afueras de las aldeas. Por suerte en la Argentina la disfrutaremos en una hermosa y cálida noche de verano. Solo requiere buscar un horizonte despejado hacia el este y estar atento a su espectacular aparición. El planeta rojo a su derecha, cuyo nombre proviene del dios romano, recuerda a ese emperador que luchó hasta su muerte para extender la gloria de Roma.
Cayo Julio César comandó un imperio que veía salir el sol por el Golfo Pérsico y ocultarse por la península ibérica. Mientras conquistaba con las Guerras Galias lo que actualmente se conoce Francia, Países Bajos, Suiza y partes de Bélgica y Alemania, quiso extenderse hacia el norte más allá del continente. Navegó con 80 barcos hasta las Islas Británicas, lo que por entonces era el límite del mundo conocido. Al borde de los barrancos, desafiantes frente a la flota romana, los esperaban los celtas, granjeros atrapados en la edad de hierro, organizados en sociedades tribales. Desconocían la escritura, pero cultivaban una profunda tradición oral. Frente a ellos, el imperio más poderoso de occidente.
Los altos acantilados británicos complicaron el desembarco más que la primitiva formación militar celta. Julio César costeó hasta encontrar un lugar propio para la invasión. Una vez en tierra, los celtas fueron sobrepasados por la disciplina y el poder de guerra romano. Cuatro días después de la victoria, las tropas necesitaban refuerzos proveniente del continente, y es acá donde aparece una fatal luna llena.
La gravedad lunar
Las mareas son producidas, principalmente, por la atracción sobre las masas de aguas de la gravedad lunar. La flota romana que partía desde las Galias rumbo a Britania, se encontró con una marcada marea, producto de la luna llena que se alinea con la Tierra y el Sol. La subida del mar, junto a un clima hostil en el Canal de la Mancha, generó el naufragio de varias naves y envalentonó a los celtas a un contraataque. Finalmente fueron dominados y Julio César partió de regreso cuatro semanas más tarde, días antes del equinoccio de otoño (cuando el día dura lo mismo que la noche). Toda esta información astronómica, recopilada en los diarios de guerra, sirvió para que 17 siglos más tarde, se pueda desenterrar el día exacto de la primera invasión romana a las Islas Británicas.
Edmund Halley no solo predijo el regreso periódico de un cometa que nunca vio con sus propios ojos, pero que lleva su nombre, también fue un enamorado de la historia. Al encontrarse con la incertidumbre sobre el desembarco de Julio César en la Britania, calculó datos de lunas llenas y equinoccios hasta el año 55 antes de Cristo, para llegar a la configuración exacta que coincidiera con las crónicas romanas. Así lo declaró ante la Royal Society a finales de enero de 1690. Según los astros, el 26 de agosto del año 55 a. C. los legionarios romanos pisaban por primera vez tierra británica.
Hoy la primera luna llena del año asomará con recuerdos de guerras pasadas. A su derecha, a unas dos lunas de distancia, con un rojo asesino estará Marte. Y al doble de distancia, pero a su izquierda estará la estrella más brillante de la constelación de Géminis: Pollux. En la mitología griega es un hábil luchador, famoso por su valentía, conocidos como los Dioscuros, junto con su hermano Castor. Este, un experto jinete, y que es la siguiente estrella brillante hacia la izquierda, observable hoy junto a la Luna y Marte. Toda una escolta militar, para esta luna llena que recuerda al gran Julio César.
Pero que también recuerda que el gran César fue asesinado a los 55 años por un grupo de 60 cobardes senadores que lo atacaron desarmado, incluido Marco Junio Bruto. Una luna llena que viene asomando desde hace milenios y, parafraseando a Carl Sagan, hace pensar "en esos ríos de sangre derramados, por todos esos generales y emperadores, para que pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto".
Quizá hoy sea una oportunidad especial para procurar un lugar tranquilo al atardecer, mirar hacia el este, contemplar la salida de la Luna con su corte militar y pensar en las palabras de Sagan: "La astronomía es una formadora de humildad… subraya nuestra responsabilidad de tratarnos más amablemente los unos a los otros".