Marcelo Gallardo en River, de la "sensación de sangre caliente" por otro golpazo a los cambios para 2025
Ayer a las 04:33 PM
La noche del jueves en Mendoza fue una de esas que dejan secuelas, que lastiman profundo. River perdió 2-1 con Independiente Rivadavia, se despidió de la pelea de la Liga Profesional, tuvo un segundo tiempo catastrófico, protagonizó un bochorno en el final y se llevó dolorosas heridas que va a tener que cicatrizar lo antes posible. Porque la temporada todavía no está terminada y en los próximos cuatro encuentros tendrá que asegurar su boleto a la Copa Libertadores 2025. En un año funesto, con más mazazos que alegrías, empieza a llegar el tiempo de reconstrucción que merece una profunda autocrítica y un largo análisis de todas las líneas: dirigencia, cuerpo técnico y plantel.
El segundo ciclo de Gallardo lleva 20 partidos, con ocho triunfos, nueve empates y tres derrotas. En total, suma 23 goles a favor y 15 en contra, con nueve vallas invictas. Dentro de esos números se enmarca la imposibilidad de pelear la Liga Profesional, torneo en el que River solo pudo ganar nueve de los 23 partidos que jugó, y el categórico 0-3 en Brasil con Atlético Mineiro que lo sacó en semifinales de la Copa Libertadores. Cuando en septiembre todo parecía ser ilusión y viento a favor, con el agregado de ganar el superclásico a domicilio con mayoría de suplentes, octubre apagó todo.
Y noviembre, más allá del sacudón con tres triunfos en fila que le presentó una inesperada chance de pelear la Liga, lo sentenció con la noche del escándalo mendocino.
Ese desborde, esa confusión, esa locura a la que se sumergieron los jugadores de River con la pelea final no parece tener que ver únicamente con el desmedido y cuestionable festejo de Sebastián Villa ante los hinchas millonarios. En parte es el reflejo de la bronca y la impotencia de un equipo que nunca pudo dar ese salto de calidad. Cada vez que cargó con la obligación de ser seguro y convincente, se truncó. Una vez más, el Millonario no estuvo a la altura y empieza a cerrar un mal 2024 que tuvo únicamente el título de la Supercopa Argentina ganada en marzo contra Estudiantes.
"El análisis lo tengo que hacer para adentro. Y yo particularmente tengo que ser muy cauto con lo que expreso porque si tengo que hacer una crítica es para adentro, conmigo, para con nosotros. Trataré de resolverlas de cara al futuro, no hay ninguna posibilidad de que pueda manifestar una opinión en este momento", sentenció Gallardo tras el 1-2.
Y agregó: "Más después de un mal resultado, no puedo hacer un análisis de lo que fue mi llegada hasta hoy porque no corresponde. La haré al final cuando terminemos estos cuatro partidos que nos quedan. Ahí evaluaremos y tomaremos decisiones de cómo queremos seguir, de qué manera y con qué. Ya pensaremos en lo que viene. Ahora hay que estar tranquilos. Hay una sensación de sangre muy caliente".
Armani, la gran figura en Mendoza
Esa sangre caliente no es actual. Es de arrastre. Y no solo se ancla a este segundo ciclo del Muñeco. En el primer semestre, con la conducción de Martín Demichelis y gran parte del actual plantel, consiguió la Supercopa, pero jamás pudo ser regular futbolísticamente y perdió con Boca en cuartos de final de la Copa de la Liga y con Temperley en 16vos de Copa Argentina. Además, aquella recordada derrota 0-2 con Riestra como visitante pareció ser el punto final de un ciclo que se moría.
Esta segunda parte del año, renovada por la llegada de Gallardo y una batería de refuerzos de peso (Pezzella, Bustos, Meza y Acuña), tampoco fue lo que se esperaba. Al 2024 solo lo sostuvo la ilusión continental, pero más desde el plano energético que factual: cambió 10 jugadores entre los mercados de pases, modificó el DT en el reinicio de la temporada, mutó de esquemas y de idea, no tuvo una forma colectiva y los jugadores tuvieron rendimientos bajos. Jamás pudo estar a la altura.
Estudiantes en La Plata el viernes 29 y San Lorenzo en el Monumental el miércoles 4 son los próximos dos compromisos. El torneo se cerrará con Rosario Central en Núñez y Racing en Avellaneda para meterse en la Libertadores del 2025. Y luego, en menos de un mes, comenzará el proceso de renovación de un plantel con nombres bajo la lupa (Funes Mori, Gattoni, Enzo Díaz, Casco, Fonseca, Villagra, Nacho Fernández y Borja, entre otros) que deberá tener un exhaustivo análisis del Muñeco.
"Es todavía demasiado temprano, tenemos cuatro partidos por jugar. Estos partidos marcan cuestiones que tienen que ver con el futuro, pero ahora nos queda sumar puntos para la Libertadores. Después veremos qué conclusiones sacamos", sentenció Gallardo. Ganar, barajar y dar de nuevo.