Uruguay, con puntaje ideal, y un histórico Panamá eliminaron a Estados Unidos de la Copa América

Tres partidos jugados, tres partidos ganados. Puntaje ideal, clasificación para los cuartos de final y a esperar el rival, que será un gigante como Brasil o una de las mejores selecciones que enseñó la Copa América: Colombia. Uruguay tuvo una función exigente, la más rigurosa en el camino del Grupo C, después de las goleadas sobre Panamá y Bolivia, pero la resolvió con solvencia después de padecer la intensidad del rival, cuya continuidad en el certamen se jugaba en dos escenarios: Estados Unidos tenía que descifrar el encuentro con los charrúas y, además, observar qué sucedía en Orlando entre panameños y bolivianos. Nada a favor tuvieron los organizadores: a la derrota por 1 a 0 con Uruguay se le sumó la victoria 3 a 1 de Panamá sobre Bolivia, resultados que diseñaron el peor marco, el de la eliminación. Los charrúas, después del desgaste, viajarán a Las Vegas; los panameños, a Phoenix con su histórica campaña como soporte para alimentar la esperanza.

Los eligió Marcelo Bielsa y los conducirá Pablo Quiroga. Con esa introducción, la cuenta de X de la selección uruguaya presentó la alineación con la que Uruguay jugó para cerrar el Grupo C de la Copa América, en Kansas City. El rosarino, suspendido por la Conmebol por demorar el regreso al campo de juego en la goleada sobre Bolivia, en el Arrowhead Stadium no tuvo contactos con el plantel. La charla en el hotel para organizar un juego que resultaba definitorio para los locales, ya que la Celeste, con la diferencia de goles tenía prácticamente asegurado el boleto para los cuartos de final.

La victoria de Uruguay y la eliminación de los Estados Unidos

La misma formación con la que vapuleó a Bolivia, porque en los dos primeros partidos ningún futbolista uruguayo recibió una amonestación, aunque sin la línea de los partidos anteriores, porque recién pasada la media hora del primer tiempo Uruguay logró escapar de la presión física que ensayó Estados Unidos para incomodar.

Sobró fricción, roces, las faltas, y la consecuencia fue dos futbolistas averiados. La intensidad por pasajes se convirtió en imprudencia y el resultado del exceso de las revoluciones finalizó con Maximiliano Araujo fuera, después de impactar la cabeza contra el piso –se retiró en la camilla, con un cuello ortopédico que le inmovilizó la mandíbula; traumatismo de cráneo fue el primer parte médico para el jugador de Toluca, al que llevaron a una clínica para realizarse estudios-, y mismo trayecto recorrió el delantero Folarin Balogun, de Estados Unidos, que a pesar de continuar durante algunos minutos en la cancha dejó en claro que no se recuperó de un choque con el arquero Sergio Rochet y fue reemplazado por Ricardo Pepi.

Tres tarjetas amarillas mostró el árbitro peruano Kevin Ortega, todas por foules: Chris Richards y Tyler Adams, ambos futbolistas locales que juegan en el fútbol inglés; Darwin Núñez, el charrúa que se desempeña en Liverpool, de la Premier League. Hubo otros cruces de menor riesgo, que cortaron el desarrollo: desde las dos faltas consecutivas de Nahitan Nández al golpe de Antonee Robinson a Facundo Pellistri… De fútbol, muy poco: las insinuaciones del capitán Christian Pulisic y Giovanni Reyna y el apoyo de los volantes Yunus Musah y Weston McKennie, era la ilusión que despertaba al público estadounidense, que desde Orlando no recibía las mejores novedades: el gol de José Fajardo para que Panamá supere a Bolivia obligaba a ganar, o el sueño de la Copa América llegaría a su final.

Uruguay tampoco llevaba agua para su molino, porque Nicolás De la Cruz no descubría espacios para hacer pesar su juego de panorama y de pases filtrados; tampoco Federico Valverde enseñaba la dinámica de siempre… Pellistri tenía demasiadas responsabilidades para tapar las trepadas de Robinson y Maxi Araujo –dos goles y varias asistencias en el torneo- ya no estaba en la cancha, tras el incidente que derivó en su reemplazo. Una avivada de Núñez, que ejecutó una falta rápida que le cometieron a De la Cruz, dejó a Nández de frente al arco, pero el lateral-volante prefirió asistir al goleador y Tim Ream rechazó. Fue Núñez el que después de un desborde de Cristian Olivera, de media vuelta definió desviado. Era el momento en que Uruguay empezaba a evitar la presión del rival.

El triunfo y la histórica clasificación de Panamá

Sin respuestas en la cancha, Estados Unidos pasó del alivio al sufrimiento en un abrir y cerrar de ojos: el empate de Bolivia, a través de Bruno Miranda, devolvía a los dirigidos por Gregg Berhalter a los cuartos de final, pero la esperanza fue efímera con el gol de Mathias Olivera, que fue revisado por el VAR, debido a la posición del zaguero, que corrigió el rechazo del arquero Matt Turner, que retornó al equipo, después de ser reemplazado en la caída con Panamá. Aunque daba la impresión de que Olivera estaba adelantado, la tecnología le dio la razón y validó el 1-0.

El gol charrúa dejó herido y con menos respuestas físicas y futbolísticas a Estados Unidos, que recibía otros golpes con el segundo y tercer festejo panameño, que firmaron Eduardo Guerrero y César Yanis, en un partido que fue un hito en la Copa América: la terna arbitral la integraron por primera vez mujeres, con la brasileña Edina Alves como jueza principal, con su compatriota Neuza Back y la colombiana Mary Blanco en la función de asistentes.

Para Uruguay, las competiciones oficiales resultan favorables en los duelos con Estados Unidos. De nueve partidos en el historial, ganó tres: dos por la Copa América –el anterior también por la etapa de grupos, en Ecuador 1993- y el restante hace un siglo, por los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1924, en los que se colgó la medalla de oro. Con el triunfo en Kansas City rompió con la racha de cuatro encuentros sin vencer a los estadounidenses, que acumulaban un éxito en tres empates, todos en juegos amistosos. Un golpe desalentador, la eliminación del organizador de la Copa América y la principal de las tres sedes que tendrá la Copa del Mundo de 2026.

La desazón estadounidense en Kansas City contrastó con la felicidad panameña, que en su segunda participación en la Copa América se clasificó a los cuartos de final. En la anterior, también en los Estados Unidos, los canaleros derrotaron a Bolivia -2 a 1-, aunque las caídas ante la Argentina (5-0) y Chile (4-2) le impidieron seguir la aventura. Ahora, el triunfo ante una selección que arrastra 15 juegos sin ganar en la Copa América, le ofreció el empujón y el festejo.

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