Copa América: James Rodríguez resurgió en Colombia de la mano de Néstor Lorenzo, después de que su carrera se hundiera en los últimos clubes

A los 32 años, James Rodríguez sigue siendo un muy buen futbolista y conserva la motivación para demostrarlo, con la particularidad de que esos estímulos los encuentra más en el seleccionado de Colombia que en los últimos clubes que transitó. El media-punta de exquisita zurda tiene una doble vida como jugador, quien mejor interprete su sensibilidad y ánimo sacará más provecho de su talento. Esa cuerda la viene tocando con acierto Néstor Lorenzo, que le dio al número 10 la valoración que necesita y le ofrece el contexto para potenciar sus virtudes.

James resplandece en la Copa América, donde es el capitán de un equipo que se transformó en candidato al título, y se pierde entre las sombras en la rutina de un club. Su último año en San Pablo, donde no sintoniza con Luis Zubeldía, no hacía prever el nivel que está mostrando en los Estados Unidos, a una década de haber sido el goleador el Mundial 2014, tras el cual Real Madrid compró su pase en 75 millones de euros.

James fue elegido el Jugador Más Valioso en tres de los cuatro partidos de Colombia en la Copa América. En la exhibición del 5-0 a Panamá por los cuartos de final, convirtió su primer gol, de penal, y dio dos asistencias, rubro en el que ocupa el primer puesto, con cinco pases-gol. En cuatro copas América acumula ocho asistencias y superó el récord de seis que tenía Carlos Valderrama en cinco torneos.

En San Pablo, James este año solo disputó 255 minutos, distribuidos en ocho partidos, en los cuales solo fue titular en dos. De arranque, no tuvo afinidad con Zubeldía, que puso distancia al fijar las prioridades: "Es importante tener a todos los jugadores en el mejor nivel posible, llámese como se llame. El equipo está por encima de cualquier nombre, pero no todos los seres humanos somos iguales". El colombiano, tras recuperarse de una lesión en un muslo, apenas jugó cinco minutos ante Palmeiras, a fines de abril, y desapareció de las convocatorias. Cuando a Zubeldía lo consultaban por los motivos de la ausencia, respondía de manera lacónica: "Porque creo que otros compañeros necesitan estar aquí".

La prensa brasileña apunta que ante el muy buen suceso de James en la Copa América, los dirigentes de San Pablo cambiaron su postura de darle el pase para liberarse de su contrato de 300.000 dólares mensuales. Mantendrán una charla con Zubeldía para que lo vuelva a tener en cuenta o, en caso contrario, hacer negocio con un pase. Ante el rumor de un interés de Boca, el N° 10 descartó una vuelta al fútbol argentino.

Mientras, James encuentra refugio en el seleccionado, en el que disputó 104 encuentros, con 28 goles, ocho menos que el máximo anotador histórico, Radamel Falcao (36). Ya antes de la Copa América participó en cuatro amistosos en este año. Aun con la actividad discontinuada de un seleccionado, en 2024 disputó 588 minutos con Colombia, más del doble en el club en el que se entrena todas las semanas. Lorenzo lo respalda: "James necesita y quiere jugar. Y el equipo también lo necesita".

Dos asistencias y penal de James ante Panamá

El contraste sorprendió hasta a Bielsa, que suele estar sobre-informado sobre los rivales. "Sinceramente, yo creí que su estado de forma actual, considerando que no juega regularmente en San Paulo, no era el que está exhibiendo. Jugar con continuidad es indispensable para adquirir un estado de forma que le permita mostrar sus virtudes, que por supuesto las tiene", expresó Bielsa, que ya está diseñando el plan para limitar la influencia de James en la semifinal que disputarán el próximo miércoles en Charlotte.

A San Pablo llegó a mediados de 2023 con el pase en su poder y firmó contrato hasta junio de 2025. Su regreso al fútbol sudamericano, después de haber emigrado a Europa desde Banfield en 2010, se produjo tras una carrera errante desde que salió de Real Madrid en 2017. No encontró su lugar en Bayern Munich, Carlo Ancelotti -lo había dirigido en Real Madrid- lo recuperó durante un año en Everton, luego siguió la ruta del dinero en Al-Rayyan (Qatar), bajó al segundo nivel europeo con una incursión en Olympiacos y estuvo tres meses sin club hasta que le llegó la propuesta de San Pablo. Es el futbolista colombiano por el que se pagó el pase más alto (los 75 millones de euros de Real Madrid) de la historia, en un escalafón en el que ocupa también el tercer puesto, con los 45 millones que Monaco le pagó a Porto. En el segundo lugar se coló hace dos años y medio Luis Díaz, con los 47 millones que desembolsó Liverpool.

La relación de James con los directores técnicos determina su rendimiento y permanencia en los equipos. Guarda un grato recuerdo de Julio Falcioni, que lo subió a la primera división de Banfield tras haberse incorporado con 16 años desde Envigado: "Julio César fue como un padre. Sentía y sabía que tenía el talento para poder jugar y me dio la responsabilidad a los 18 años. Eso fue importante".

Ya en Real Madrid se disgustó cuando Zinedine Zidane lo fue relegando. No le gustó no tener minutos en la final de la Champions League 2015/16 y ni ser convocado en la de 2016/17. "Es frustrante no jugar. Sé que tengo las condiciones para hacerlo siempre. Pero por otras personas no puedo, entonces es frustrante. Si yo fuera un mal futbolista lo aceptaría, pero soy una persona que quiere ganar y jugar siempre".

La aventura en Everton tuvo un abrupto final cuando se fue Ancelotti, que sabía llevarlo, y asumió Rafa Benítez, con un modo de conducción más cuartelero. James una vez contó cómo fue el choque con el DT español: "En el primer día de la pretemporada el entrenador me dijo: 'Mira, ya estás mayor, tenés 30 años, yo prefiero tener gente joven, con mucha fuerza y energía, que corra, así que buscate club' ".

Sin propuestas futbolísticas que lo conformaran, eligió engrosar su cuenta bancaria con un paso por el fútbol qatarí. En la vuelta a Europa, a Grecia, quien era DT de Olympiacos, José Anigo, no le perdonó un desplante cuando lo reemplazó en un clásico con Panathinaikos: "Sos James Rodríguez. Tenés que dar el ejemplo con tu imagen en la cancha, pero también con tu comportamiento. Quiero que les pidas disculpas a tus compañeros".

Lorenzo lo conocía bien a James desde que era ayudante de José Pekerman, con quien el N° 10 también se sentía contenido y llegó a ser una figura internacional en el Mundial 2014. Lorenzo lo mima: "Es un líder, un jugador talentoso, que ya hizo muy buenos partidos en las eliminatorias. Nuestra intención es que el equipo aproveche todo su talento". En una Copa América en la que no afloran figuras juveniles, James es un veterano que juega como alguien que recuperó la memoria futbolística para que los espectadores se acuerden de quién fue.

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