La magia de Lamine y la entrega de Casadó enganchan a la afición

"El Barça es la nostra vida" (el Barça es nuestra vida), no dejó de cantar la grada del Estadi Lluís Companys, que ayer se entregó en la primera gran noche mágica que se vivió en la montaña desde que el equipo azulgrana se trasladó por las obras del Spotify Camp Nou. La fiesta empezó ya en la previa, con un gran ambiente en los aledaños del campo olímpico, que vivió la mejor entrada desde que el equipo culé ejerce de local en Montjuïc. Un total de 50.312 aficionados, superando al Barça-PSG de Champions League de la temporada pasada (50.309).

Seguir leyendo...

×