De la ilusión al declive: el 2024 de la Selección Colombia y sus retos

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Selección Colombia

De la ilusión al declive: el 2024 de la Selección Colombia y sus retos

Jenny Gámez

El equipo de Néstor Lorenzo rozó título de Copa América pero al final pinchó. 

Fue un buen año. De eso no hay duda. El final de la campaña no puede empañar lo bueno que se hizo antes y lo favorable del arranque tampoco puede tapar las importantes fallas que vinieron después. Es lo importante a la hora de los balances: no hacer tierra arrasada de lo malo ni exagerada apología de lo bueno. 

Para Néstor Lorenzo el año ha terminado con un balance general de 10 victorias, 2 empates y 4 derrotas en los 16 partidos del año, contando todas las competencias. No es malo. Pero por la manera como terminó parece que fuera una debacle y no es así. Lo claro es que sí hay que tomar varios correctivos a problemas que antes no se conocían y que ahora se han empezado a notar. 


Un camino feliz

El año comenzó con buenas noticias, la victoria contra España por 1-0 con gol de Muñoz, el triunfo 3-2 contra Rumania como parte de esa gira europea de amistosos y después, en la preparación de la Copa América, el 1-5 contra Estados unidos y el 3-0 contra Bolivia. Todos los duelos en amistosos se saldaron con buenas sensaciones y un importante invicto.

Y entonces llegó la Copa América. ​Y los recuerdos fueron los mejores: del debut con victoria 2-1 contra Paraguay en el grupo D se pasó al 3-0 contra Costa Rica, al 1-1 contra Brasil y después a la victoria 5-0 contra Panamá en cuartos de final y al apretado y polémico 1-0 contra Uruguay en Phoenix por la semifinal, una de las grandes batallas del año. 

La ilusión fue enorme por un regreso a una gran final continental después de 23 años y por el gran nivel de quien sería el MVP del campeonato, el nuevo y recargado James Rodríguez, quien asistencias y goles regresó a la élite mundial. Sin embargo, tras el empate 0-0 en el tiempo reglamentario, un pestañeo en el alargue supuso la derrota 1-0 en Miami, que fue un duro golpe para el que, según la crítica general en Estados Unidos, fue el mejor equipo del certamen.


El declive en Eliminatorias

Pasaron tres meses de análisis y reflexiones y parecía que el consuelo serían las Eliminatorias al Mundial 2026, en las que Colombia llegó a ser segunda y parecía encaminada a firmar la clasificación a la Copa Mundo en este 2024. No fue así. 

Contra uno de los coleros del campeonato como Perú, en Lima, hubo que batallar para firmar el 1-1 con gol de Luis Díaz sobre la hora. Vino entonces el que sería el triunfo más resonante del año, la victoria 2-1 contra Argentina en Barranquilla, que era no solo la revancha sino la invitación a soñar en grande. 

Y entonces un síntoma de lo que vendría: en El Alto, contra Bolivia, se escapó el invicto de Lorenzo tras una derrota 1-0 que pudo ser inmerecida, considerando la manera comos e compitió, pero al final justa para el local, que jugó casi todo el partido con diez hombres.

Un pequeño oasis fue la victoria 4-0 contra Chile, que es la penúltima de la tabla, y entonces el cierre, que dejó muchas dudas: con remontada incluida fue la derrota 3-2 contra Uruguay en Montevideo, y leugo se cayó pro primera vez en casa, contra Ecuador por 1-0.

Retos para 2025

La desazón es inevitable pero también una invitación a corregir desde lo bueno que se hizo, sin destruir un esfuerzo que, en todo caso, es importante. 

Colombia acabó padeciendo una clara falta de efectividad de cara al arco rival y eso es lo primero en lo que debe trabajar: en 2023 había opción de gol con delanteros, mediocampistas y hasta centrales y un año después todos sufrieron de cara al arco rival, no es solo el caso de Jhon Córdoba. Antes ea notaba incluso cuando se jugaba tan bien, ahora es un dolor de cabeza. Primera tarea para el año que comienza.

Otro punto importante es el nivel de los defensores, que fue notable en Copa América pero no se ha mantenido igual después: Muñoz y Mojica dejaron de ser cartas eficientes en ataque y defensa como antes y hombres como Lucumí, que no fallaban, ahora muestran grietas. 

Las lesiones de Lerma abrieron otro frente: es absolutamente indispensable en el medio campo pues ni Uribe, ni Castaño e incluso Portilla, aunque no lo hizo mal, ofrecieron tal nivel de confiabilidad. Hay que encontrar opciones y elevar el nivel pues hombres como Ríos, que brillaron en Copa, no brillaron tanto después.

Después, hay que encontrar la manera de volver a crearle a Luis Díaz un entorno con alternativas y no recargarle presión, al final cuando ganar y perder es un esfuerzo de todos. 

Finalmente vale decir que la inactividad de James Rodríguez en Rayo Vallecano puede terminar afectando su nivel de cara a un año en el que hay que certificar, cuando antes, el cupo al Mundial. Las decisiones que sean necesarias habrá que tomarlas. El objetivo final es 2026. No hay excusas. 

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