El Alba tiene una joya entre manos: Kofane, 18 años y un futuro ilusionante

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A veces, en el fútbol aparecen jugadores que irrumpen con tanta fuerza que es imposible ignorarlos. Christian Kofane, con apenas 18 años, es uno de ellos. El delantero camerunés llegó a Albacete en noviembre para jugar en el juvenil División de Honor, procedente de la academia AS Nylon de su país. Pero su destino cambió en cuestión de meses: seis goles en seis partidos con el juvenil y la falta de delanteros en el primer equipo le abrieron una puerta que ha sabido aprovechar.

Su debut como titular fue un aviso de lo que puede ser en el futuro. Dos minutos tardó en marcar su primer gol, una carta de presentación que generó un entusiasmo inmediato. Desde entonces, ha jugado diez partidos con el primer equipo, en los que ha sumado dos goles y una asistencia. Cifras que, a primera vista, podrían parecer discretas, pero que esconden mucho más: Kofane tiene algo especial.

Es un delantero fuerte, técnico e inteligente, con una capacidad innata para dar sentido a los ataques del Albacete. Lee bien el juego, sabe cuándo aguantar el balón, cuándo regatear y cuándo jugar de cara. A pesar de que le ha costado volver a ver puerta –tardó ocho partidos en marcar su segundo gol–, nunca ha dejado de aportar. Su influencia en el juego del equipo es evidente y su toma de decisiones es sorprendentemente buena para su edad.

Alberto González lo tiene claro: el Albacete tiene una bomba en sus manos. Antes del partido contra el Málaga, el técnico malagueño no se cortó al hablar de él:

«Kofane es brutal. Es un chico joven con poco tiempo jugando al fútbol, pero tiene un potencial enorme. Es su primera experiencia en el fútbol profesional, y a pesar de las dificultades, está afrontando la exigencia con mucha normalidad y compitiendo a gran nivel. Ha hecho cosas increíbles, como el gol rápido, y aunque ahora le cueste más, está mostrando mucha capacidad para generar peligro. Le falta mejorar en algunos aspectos, como la definición o llegar al balón en jugadas aéreas, pero está cerca. El día que lo logre, será una bomba.»

Y no es el único que lo piensa. Toché, director deportivo, también confía plenamente en él:

«Es un chico muy humilde, sabe dónde está y nosotros le vamos a ayudar a seguir creciendo. Para nosotros, es una joya, pero aún hay que pulirla. Confiamos plenamente en él.»

En invierno ya hubo equipos interesados en su fichaje, pero Toché dejó claro que su contrato es de larga duración y el club no tiene intención de dejarlo escapar tan pronto. El objetivo es doble: potenciar su crecimiento para que rinda en el equipo y, en el futuro, obtener un buen rédito económico.

El pasado domingo, en los 25 minutos que jugó contra el Málaga, Kofane dejó una de sus mejores actuaciones desde su debut. Fue una pena la expulsión inoportuna, pero estos momentos también forman parte de su aprendizaje. Tiene cosas. La afición lo ve, el director deportivo lo sabe y Alberto González lo tiene claro: cuando pula esos pequeños detalles, será una bomba.

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