El Albacete más irregular: o gana o pierde, sin término medio

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El Albacete Balompié atraviesa un inicio de temporada marcada por la irregularidad y un curioso patrón en sus resultados: tras siete jornadas de Liga Hypermotion, el equipo no ha empatado ni un solo partido. Esa es la realidad que preocupa a los aficionados y que refleja el carácter impredecible del equipo. El Albacete no encuentra el equilibrio, y en cada jornada solo conoce dos caminos: la victoria o la derrota.

Con un balance de tres victorias y cuatro derrotas, el equipo dirigido por Alberto González no ha sabido firmar un punto intermedio que le dé estabilidad. Esta falta de empates podría parecer anecdótica, pero en realidad habla mucho de la inconsistencia del equipo, que muestra dos caras totalmente opuestas. O bien hace un partido serio que le permite sumar los tres puntos, o bien se ve superado y cae derrotado sin la capacidad de salvar siquiera un empate.

En la rueda de prensa de ayer, el propio Álvaro Rodríguez se refirió a esta situación, admitiendo que hay partidos que se han ganado que igual podrían haber terminado en empate, y derrotas que también podrían haber acabado en tablas. Esta reflexión revela que el equipo no ha sabido manejar situaciones en las que podría haber obtenido un mejor resultado.

La falta de empates no es algo común en el fútbol, donde la igualdad en el marcador suele ser habitual en competiciones tan disputadas como la Liga Hypermotion. De hecho, el Albacete comparte este peculiar registro con solo dos equipos más en la categoría: el Huesca y el Cartagena. Sin embargo, la situación de estos equipos es distinta. El Huesca, con cuatro victorias y tres derrotas, se encuentra en la parte alta de la tabla, mientras que el Cartagena, con dos victorias y cinco derrotas, se hunde en la zona de descenso.

Para el Albacete, esta tendencia a los extremos no solo añade presión, sino que también deja en evidencia un problema de consistencia. La capacidad del equipo para encontrar el equilibrio en su juego será clave para evitar que estas derrotas se acumulen y pongan en peligro su temporada. La sensación de que no hay un término medio, y de que cada partido es una moneda al aire, solo añade incertidumbre de cara al futuro.

Con un Albacete que parece ser todo o nada, la afición espera que Alberto González logre dar con la fórmula para estabilizar al equipo y empezar a sumar puntos que puedan alejar las dudas.

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