
Si el CD Tenerife tiene que morir, lo hará con las botas puestas (2-1)

03/23/2025 01:20 PM
Triunfo de la fe y del compromiso. El CD Tenerife no está muerto y ante más de doce mil entregados aficionados logró superar al Cádiz, claro aspirante al ascenso y que con Garitano en el banquillo solo había perdido un partido. Los goles de Alcaraz en propia puerta, en la primera parte, y de Enric Gallego en la recta final del duelo, con una fantástica asistencia de Waldo, permitieron a los blanquiazules lograr la sexta victoria de la temporada, la cuarta bajo el mando de Álvaro Cervera. La salvación sigue estando muy lejos, once puntos, pero este equipo está demostrando que, si tiene que morir, lo hará con las botas puestas.
Buen arranque de partido de los locales, que a los 53 segundos de partidos ya dispusieron de la primera ocasión clara de gol con misil de Bodiger que hizo temblar el palo derecho de la portería defendida por David Gil.
Poco después Luismi Cruz intentó el gol olímpico, pero el cancebero cadista pudo meter la manopla para evitar el primer tanto de la tarde.
Los minutos fueron pasando y el Tenerife merodeando el gol. En el 22 Waldo remata desviado, pero dos minutos después una falta ejecutada por Luismi Cruz hacía justicia con lo visto sobre el terreno de juego hasta ese momento. Saque de falta del ’11’ local que Rubén Alcaraz remata hacia su propia portería sin que David Gil pudiera hacer nada.
El Cádiz reaccionó al 1-0 con un centro de Mario Climent desde la banda izquierda que Chris Ramos remata forzado de cabeza a las manos de Edgar Badia. Muy, muy poco del Cádiz en ataque.
Gaizka Garitano agitó a los suyos para hacerlos reaccionar. Saltaron al terreno de juego Melendo y Carlos Fernández, y se marcharon Sobrino y Matos.
Los cambios visitantes causaron efecto desde el pitido de la reanudación. El cuadro gaditano saltó al verde con más intensidad y empezó a generar ocasiones muy rápidamente.
En el 55, el saque en corto de la falta de Ontiveros para que Mario Climent buscara la rosca, marchándose fuera por muy poco su remata final.
Cuatro minutos después, Cervera quiso hacer reaccionar a los suyos. Se marcharon Diarra y Maikel Mesa, y entraron Álex Cantero y Aarón Martín.
En el 67, el Cádiz siguió a lo suyo. Lanzamiento lejano de falta de Ontiveros, Badia no bloca y Carlos Fernández, con la portería vacía, la manda fuera inexplicablemente.
En el 76 Sesma Espinosa pitó uno de esos ‘penaltitos’ que se dijo que los colegiados no iban a pitar. Ontiveros se interna dentro del área y cuando iba a rematar, le para Aitor Sanz en su avance. Hace falta muchísimo más para pitar un penalti. El VAR no intervino, por lo que se impuso la decisión del colegiado.
Se encargó de lanzarlo Álex Fernández, quien no falló ante Badia. Seis penaltis en nueve jornadas le han pitado al CD Tenerife. Inexplicable.
Pero los de Álvaro Cervera reaccionaron pronto. En el 82, el potente disparo de Waldo desde fuera del área no consigue atajarlo David Gil, quien dejó el rechace en los pies de Cantero, quien no fue capaz de salvar la salida del cancerbero cadista.
La pifia de Cantero fue el aviso de lo que llegaría en el 84. Profundizó Waldo por la derecha para servir una maravillosa asistencia, imposible de cortar para los dos defensas del Cádiz, a un Gallego que puso la pierna para rematar hasta el fondo de la portería andaluza.
Con el 2-1 en el marcador, tocaba defender el marcador. Cervera retiró del campo a Bodiger y Waldo, para dar entrada a Marlos Moreno y Fabio González.
La última acción del partido fue de infarto. Hasta en cuatro veces pudo marcar el Cádiz. Primero con un disparo de Alcaraz que despeja Badia. En la siguiente, un centro de Climent se envenena y da en el larguero. El rechace lo coge Ontiveros, cuyo remate también repele el meta local. Y por último, Melendo, muy escorado, manda el balón de nuevo al palo. Los gritos de terror llenaron las gradas del Heliodoro, pero por una vez la suerte se alió con un Tenerife que volvió a ganar en el Heliodoro.