España-Irlanda del Norte y la historia de Gerry Armstrong en Mallorca

A las puertas del España-Irlanda del Norte del sábado en Son Moix resulta obligado recordar a Gerry Armstrong, primer y único jugador norirlandés que ha tenido el Mallorca en toda su historia, el segundo en la Liga española tras el defensor del Celta Jim Hagan, cuyo fichaje en el verano de 1.983 resultó todo un boom en la isla. Armstrong venía de marcarle a España el gol que supuso una de las mayores humillaciones de todos los tiempos en el Mundial 82. Jugó dos temporadas en la isla, una en Primera y otra en Segunda División y luego acabó regentando en Santa Ponça un restaurante especializado en comida picante irlandesa.

Tras trece años ausente de la máxima categoría en los que además sufrió una de las peores crisis de su historia, el Mallorca volvió a Primera División en junio de 1983 y se desató una verdadera euforia. Miguel Contestí, que en sólo cuatro temporadas había conseguido que el equipo pasara de Tercera a Primera, revolucionó el mercado con fichajes tan ambiciosos como los de Juani, Martínez, Estella o Verón, pero ninguno fue tan sonado como el de Gerry Armstrong, entonces delantero centro del Watford tras una larga etapa en el Tottenham, y que un año antes le había dado a los aficionados españoles uno de las mayores disgustos posibles.

La España de José Emilio Santamaría, sobre quien estaban depositadas todas las esperanzas en el Mundial que se jugó en su propio territorio en 1.982, fracasó de manera estrepitosa en la primera fase, en la que sufrió en el estadio de Mestalla una dolorosa derrota ante Irlanda del Norte, que partía como la cenicienta de un grupo que completaban Honduras y Yugoslavia, pero que acabó clasificándose primera. En el inicio de la segunda parte una jugada del joven extremo de 17 años Norman Whiteside acabó con un centro al área que Arconada repelió mal, dejando el balón a los pies de Armstrong, que fusiló a placer. España acabó segunda de grupo, siendo luego eliminada por Alemania, que sería finalista.

En esas circunstancias el fichaje de Armstrong por el Mallorca causó sensación. 45 millones de pesetas de la época (270.000 euros) pagó el club por él, la mayor cantidad de su historia, y el norirlandés acabó convertido en máximo goleador, con ocho tanto, empatado con Barrera, aunque lamentablemente no pudo evitar el descenso a Segunda División, categoría en la que continuaría en el equipo, contribuyendo con cinco goles más. 13 tantos marcó durante su etapa mallorquinista. De aquí se marchó al West Bromwich Albion, donde sólo jugó una temporada, pero no desistió y acabó alargando su carrera hasta los 41 años.

Gerry Armstrong sigue siendo todo un personaje en Gran Bretaña. Fue durante una breve etapa entrenador, más tarde ayudante en la selección, se convirtió en comentarista de la cadena Sky y, enamorado de Mallorca, abrió un restaurante en Santa Ponça, el Gerry Peri's, que cerró ya sus puertas. A sus 70 años recién cumplidos (nació el 23 de mayo de 1.954) se le espera el sábado en Son Moix, un estadio en el que nunca jugó, pero que seguro que incluso así le sirve para rememorar su etapa como jugador mallorquinista. Muchos aún le recuerdan.

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