Del Nido Benavente, Haro, Caparrós y los incidentes en el palco: "Te voy a partir los dientes"

Aunque las aguas bajan más tranquilas en el derbi sevillano, siempre existe una tensión que se deja ver cada vez que se enfrentan el Sevilla FC y el Real Betis Balompié, de un modo u otro. Aunque en las calles no se están produciendo demasiados incidentes en los últimos años, en el palco en el partido del domingo sí que se produjo alguna que otra escaramuza, con José María del Nido Benavente, Lucas Fernández de Bobadilla, Ángel Haro y Joaquín Caparrós como protagonistas.

Por partes. La mayor tensión se produjo entre Del Nido Benavente y Fernández de Bobadilla. El segundo es el abogado perteneciente a MA Abogados que lleva la defensa del club en los múltiples pleitos en los que anda metida la entidad, la mayoría de ellos presentados por el expresidente, y prácticamente todos saldados según los intereses del Sevilla.

Según indica Cope Sevilla, citando a testigos presenciales, en el antepalco se produjo el momento más tenso. Del Nido agarró a su 'colega' de la solapa y le dijo "Te voy a partir los dientes y te los voy a sacar de uno en uno". Además, durante el partido, el máximo accionista del Sevilla también se refirió a Alberto Pérez Solano, el otro abogado del club, cuando los hinchas béticos se refirieron a los aficionados verdiblancos que están en la cúpula de la entidad. "¡Mira, mira, eso es por ti!", gritó Del Nido padre en el primer tiempo a los dos letrados.

José María Del Nido, en el derbi ante el Betis (Foto: Kiko Hurtado).

Tensión entre Caparrós y Ángel Haro

Pero no fue el único incidente que se produjo en la zona noble del Sánchez-Pizjuán este domingo durante el derbi. Según cuenta El Larguero, de la Cadena Ser, Joaquín Caparrós y Ángel Haro protagonizaron otro enganchón.

El utrerano celebró la victoria al grito de "otro año igual, otro año igual", lo que le valió la recriminación del presidente bético, muy molesto por la actitud del exentrenador sevillista, uno de los hombres que más intensamente viven el derbi sevillano, con lo que supone en uno y otro bando.

Estas situaciones contrastan con lo sucedido en las calles y en el estadio, antes, durante y después del derbi sevillano, en el que la convivencia pacífica entre las dos hinchadas fue el denominador común.

Haro, Catalán y Pellegrini, en el césped del Sánchez-Pizjuán (Foto: Kiko Hurtado).

Por un lado, el enorme perímetro instalado por la Policía a la llegada de los ultras béticos y los autobuses de los dos equipos evitó que se produjera incidente alguno en uno de los periodos de tiempo más intensos de cada derbi. Una vez levantado ese perímetro, la convivencia fue lo habitual tanto en los aledaños del estadio como en toda la ciudad. Cualquier persona que se acercara al Sánchez-Pizjuán o viviera el partido en cualquier punto de Sevilla pudo constatar que era habitual ver a hinchas de ambos equipos mezclados.

Tampoco en las gradas se produjeron incidentes, más allá de algunos cánticos ofensivos y de cierta guasa sevillana del ganador al perdedor. Incluso Ez Abde y Adrián San Miguel se acercaron en el calentamiento a interesarse por un niño sevillista sentado en Gol Norte, en la zona de Biris Norte, que había recibido un fuerte balonazo. El único lunar, pues, estuvo en el palco de autoridades. Ver para creer.

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