Y la Mareona se hizo con La Coruña: "Es el viaje más esperado en años"
Hoy a las 08:38 AM
Y de repente, la Plaza María Pita se transformó en un domingo cualquiera en El Molinón: el reloj marcaba la una del mediodía y por allí se encontraban centenares de asturianos con las bufandas al cielo mientras cantaban al unísono el himno del Sporting. Imposible no emocionarse ante la imagen. Porque ante la adversidad para accede a Riazor, el sportinguismo dio ejemplo de resistencia: fue una Mareona rebelde frente al fútbol moderno y ante las circunstancias que han negado a muchísimos a estar en el regreso a La Coruña, una ciudad moderna, maravillosa y acogedora con la gente rojiblanca por más que las restricciones hiciesen mella. "Es como si nos hubiese tocado la lotería", reconocía un grupo de seguidores agraciados con las entradas del sorteo. Eran la minoría. Porque la inmensa mayoría de los cerca de dos mil hinchas sportinguistas lograron acceder a Riazor a través del ingenio: "Hemos conseguido muchas entradas por contactos. Algunos socios del Dépor a los que conocemos desde hace años. Y también pidiendo favores a la gente. Esto es hoy por mi y mañana por mi. Lo que nos sucedió a nosotros les va a suceder por desgracia a ellos en la vuelta con las condiciones que presenta El Molinón", explicaba Ignacio Escandón, uno de los seguidores desplazados a tierras gallegas. La gente estaba dispuesta a disfrutar más allá de todo el terremoto de las entradas. Un ejemplo: José Martínez y Aixa Caso, quienes llegaron el sábado para estirar el fin de semana. Otro: Santigo Cueto-Felgueroso y Marta García, que estiraron la estancia para estar con la familia y amigos. La cercanía entre localidades genera un vínculo más allá de la circunstancias. "Es el viaje más esperado en años", apunta Javier Álvarez.