21/04/2025 07:13
El papa Francisco era un hincha. Con todas las letras de la palabra y el mayor de sus sentidos. Nació en el barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires y, como buen argentino, vivió siempre bajo la fe del fútbol. Se crio acompañando a su padre al estadio de San Lorenzo de Almagro, el equipo de otro distrito del que él era devoto. Durante los años esta relación con el deporte rey fue intensa y nunca ocultó su pasión, pese a haberse definido como un "pata dura" que no jugaba bien. Por ello, su muerte también se hace sentido sobre el césped.