Chimy Ávila vuelve a ser feliz gracias a "las manos de la Esperanza"

Chimy Ávila volvió a hacer lo que más le gusta. El delantero rosarino regresó a un terreno de juego cuatro meses después de la lesión que sufrió a principios de abril. Después de mucha paciencia y meses de trabajo en solitario, el ariete, que se quedó sin minutos en la visita del Real Betis al Austria Salzburgo, participó en la segunda mitad frente al Liverpool.

Chimy Ávila vuelve casi cuatro meses después

Un regreso marcado por la más que lógica falta de ritmo que le hizo sentirse un poco desubicado, sin acierto con el balón en los pies y mucha menos incidencia de cara a portería, pero de lo más positivo en el plano deportivo, pues su vuelta emerge como agua de mayo para Manuel Pellegrini.

Justo después de su lesión, el ex de Osasuna se encomendó a la Virgen de la Esperanza Macarena -la cual lleva tatuada en la piel- para recuperarse lo antes posible y poder regresar cuanto antes. "En las manos de la Esperanza está". Una petición que a día de hoy por fin puede ser realidad, pues las molestias no han vuelto a remitir.

Chimy Ávila sufrió en el estadio Montilivi una lesión miotendinosa proximal en el isquiotibial izquierdo que le hizo perderse la temporada. El punta rosarino, que llegó al Betis en el último día del mercado invernal procedente de Osasuna, intentó llegar al tramo final de temporada, pero los servicios médicos estimaron oportuno no forzar y evitar así una posible recaída.

Pellegrini, a expensas de refuerzos

La vuelta de Chimy Ávila debe ser un alivio para su entrenador, el chileno Manuel Pellegrini, que a día de hoy no cuenta con un punta natural en la plantilla. Con Bakambu lesionado y Willian José y Borja Iglesias fuera de la entidad, el técnico se ha visto obligado a tirar del canterano Marcos Fernández para completar las dos primeras alineaciones. Todo con la necesidad latente de algún delantero por llegar.

Cabe recordar que Bakambu sufrió en el derbi una lesión a nivel proximal del tendón del músculo recto anterior de su pierna derecha, lo que le obligó a pasar por quirófano. Nada más ser operado mantuvo un reposo domiciliario y control postquirúrgico, antes de iniciar los trabajos de fisioterapia y readaptación. Incluso renunció a parte de sus vacaciones para seguir trabajando. Los servicios médicos estimaron que su ausencia se prolongaría entre cuatro y cinco meses, pero los últimos partes señalan todavía más optimismo en su estado físico.

Si todo va según lo previsto, en el Real Betis prevén que pueda estar con el grupo en las primeras semanas de septiembre, por lo que de ser así solo se perdería el playoff de Conference League y unas tres-cuatro jornadas de LaLiga, con suerte.

Manu Fajardo, Bakambu y Pellegrini, en el entrenamiento (Foto: Kiko Hurtado)

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