Es el partido histórico en el Real Madrid femenino y Alberto Toril raja por la final de la Supercopa

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Alberto Toril elige la estrategia del lloro antes que la de la valentía. El Real Madrid tiene la posibilidad de ganar su primer título en la final de la Supercopa de España femenina contra el Barcelona y su entrenador lanza un mensaje quejica tras eliminar a la Real Sociedad. No es la mejor manera de confiar o ser optimista con las posibilidades que tiene el Real Madrid de vencer al superpoderoso Barça.

Toril tiene la opción de hacer historia en el Real Madrid y sus energías deberían estar cien por cien focalizadas en diseñar el mejor plan para vencer al Barcelona. Empieza mal desde el primer momento en el que comparece en la sala de prensa de Butarque, tras la semifinal, y se mete una rajada contra la Federación. Protesta porque el Barcelona, que jugó el miércoles, tiene un día más de descanso y elige la hora de entrenamiento del sábado. No está de acuerdo en que la final se dispute a las doce del mediodía.

No es la mejor estrategia y manera para creer que Toril está convencido de un reto que es mayúsculo, pero que para el Real Madrid es un desafío de enorme importancia. La imagen de Toril es la de un entrenador derrotado antes de jugar la final. En el Real Madrid está prohibido rendirse, hay que luchar hasta el final, y lo que ha hecho Alberto Toril es ir de víctima y, además, motivar más a las Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Claudia Pina...

El Real Madrid tiene que estar focalizado en utilizar sus armas para contrarrestar el potencial del Barcelona. No el favorito. Pero si quiere hacer historia, el comportamiento de su entrenador tiene que transmitir, desde el primer momento, que sí se puede competir y ganar al conjunto azulgrana. Nada es imposible en la historia del Real Madrid y tampoco lo debería ser en la segunda final que disputa desde que se creó la sección femenina. La primera la perdió en la Copa de la Reina de 2023.

Alberto Toril dice que no entiende cómo la final se juega a las 12:00 horas cuando la de los chicos, en Arabia Saudí, fue por la noche. La respuesta es sencilla. Si el Clásico del fútbol femenino quiere tener la mayor visibilidad, no lo puedes hacer coincidir con los partidos de la Liga del fútbol masculino. El foco, en la mañana del domingo, estará en el Real Madrid-Barcelona.

También se queja de que el Barcelona tiene un día más de descanso y el Real Madrid tiene que madrugar el sábado para hacer el primer entrenamiento. Se le olvida el desplazamiento. La final se juega en Leganés, cerca de casa, y lejos de Barcelona. La expedición azulgrana jugó el miércoles, se fue a la Ciudad Condal y volverá a Madrid. No se quedan en un hotel de la capital porque la Supercopa de España no cubre los gastos.

Victimista

No hay un gran beneficio para el Barça, como denuncia Alberto Toril. "Tenemos que levantarnos el sábado a las ocho de la mañana para entrenar. Siempre nos pasa a nosotros. Jugamos en peores condiciones. Me gustaría que cuando volviéramos a jugar un partido como este, la situación fuera al revés", reprocha el entrenador del Real Madrid a la Federación.

Ulises Sánchez-Flor

Mal ha empezado la final el técnico del Real Madrid. Se podía haber evitado los lamentos y poner más el foco en qué herramientas tiene y cuál es su plan de trabajo para desarmar al Barcelona. En la semifinal contra la Real Sociedad, acabó pidiendo la hora por echar al equipo atrás cuando se fue del campo su mejor jugadora, Linda Caicedo. Tuvo muchos momentos de dominio. Lo que no va a suceder contra el Barcelona, donde le tocará sufrir.

El Real Madrid, si quiere tener opciones, tiene que hacerse más fuerte como bloque, llevar el partido a su terreno y que su entrenador meta en la cabeza a las jugadoras que es el día señalado, el más importante de sus vidas. Esto se trabaja desde el primer segundo que pasas a la final.

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