Historia de un 'nuevo' derbi sevillano: Gema Soliveres y el aprendizaje del sacrificio por los sueños
Ayer a las 11:13 AM
Apostar, reivindicarse y ganar. Apostar, reivindicarse y ganar. En la élite futbolística española masculina son muchas las historias que se conocen de jugadores que no se han rendido, que han superado dificultades para llegar a la élite, pero en ElDesmarque, aprovechando la disputa del derbi sevillano femenino este próximo domingo en el Estadio Jesús Navas, queremos dar a conocer el relato de algunas de las protagonistas de la cita, como Gema Soliveres, la mujer que nunca dejó de remar, de pelear y soñar, por llegar a lo más alto.
El fútbol lo lleva en la sangre. Gema Soliveres, actual tercera capitana del Real Betis, se formó entre balones, entre golazos y regates, se formó admirando a su padre, el mismo que un día jugó en la academia del Valencia CF.
Tanto ella como su hermano escuchaban las historias de su padre con atención imaginando que, quizás algún día, podían igualar lo que él consiguió. El camino no iba a ser sencillo, pero Gema no estaba hecha para retos fáciles.
La apuesta de Gema y su familia para ser futbolista
Sus primeros pasos los dio en el Xàbia, en el equipo de su pueblo, y compaginó el balón, su pasión, con sus estudios. Su familia nunca dejó que Gema dejase los libros, aunque ella se escapó alguna vez, para ir a darle patadas al balón y fue así como consiguió cumplir uno de sus grandes sueños.
Gema acordó que, a cambio de sacar buenas notas, su padre le dejase hacer las pruebas con el Valencia. Ella cumplió su palabra y su padre, que ya conocía el camino, le llevó hasta allí.
Superó las pruebas, la seleccionaron de las primeras y consiguió estar durante diez años con ellos. Todos los días de Xàbia a Valencia, todos los días, de ida y vuelta, tres horas de coche. Nunca falló, siempre cumplió, comía, cenaba y estudiaba en el coche mientras su familia conducía.
Ella apostó, su familia arriesgó y el fútbol le permitió cumplir su sueño.
El duro adiós al equipo de su vida
Tras tanto sacrificio, llegó el día. Debutó con el primer equipo, se acostumbró a estar con las grandes, pero ella sentía que merecía más. Fue en la temporada 2019/20 cuando tomó una de las decisiones "más duras de su vida", según nos cuentan.
Dejó el club de su vida para marcharse a Vitoria, al Alavés. Allí encontró un nuevo hogar, una nueva familia y consiguió, después de tanto sacrificio, asentarse como una de las mejores.
Fue entonces cuando apareció Sevilla, cuando apareció el Real Betis. El conjunto verdiblanco apostó por ella el pasado año, disputó 30 encuentros y su entrega, su sacrificio y su personalidad le ha servido para ser la tercera capitana del plantel.
Este año se siente responsable. Siente que todo lo que trabajó empieza a dar frutos. No hace tantos viajes, no come en el coche, pero sí siente el calor de un club élite. Y este domingo, además, quiere ser protagonista.