La ternura de Iván Ania con su hija: salta al césped del Carlos Tartiere con un osito del Oviedo y la bufanda del Córdoba
Ayer a las 01:14 PM
Iván Ania volvía al Carlos Tartiere después de varias temporadas. Exjugador y exentrenador de las categorías inferiores del Real Oviedo, ahora consuma su carrera en LALIGA HYPERMOTION en las filas del Córdoba CF. Y fue profeta en su tierra, venciendo por dos goles a tres al cuadro carbayón. Lo cierto es que, además, la visita le ha servido al entrenador para reencontrarse con su familia. Tanto es así que el técnico ha protagonizado un momento precioso en los prolegómenos del encuentro. Y es que ha saltado al césped de la mano de su hija pequeña. Un momento muy íntimo y también muy especial.
Y es que la pequeña venía ataviada con una camiseta del Real Oviedo, el club de los amores de su padre. No era el único detalle oviedista que llevaba la pequeña. Y es que, en brazos, también tenía un pequeño osito de peluche vestido con la indumentaria del cuadro carbayón. Un claro ejemplo de que Iván Ania no se olvida del equipo de su vida ni de su tierra.
Eso sí, también llevaba un distintivo del equipo al que actualmente sirve (con mucha eficacia, por cierto) Iván Ania. Y es que, además, vestía una bufanda del Córdoba CF con los colores y el escudo blanquiverdes. Un momento que los oviedistas que ya estaban presentes aplaudieron con muchas ganas, admirando la ternura de la estampa.
La espina de Iván Ania por estar lejos de Oviedo... y de su familia
En este sentido, cabe recordar las palabras de Iván Ania sobre las oportunidades familiares que le había brindado ascender con el Córdoba CF: "A veces, cuando nos ven a los entrenadores, solo ven la parte deportiva y nadie ve la parte personal. Para mí, el ascenso ha sido una bendición, porque mañana voy a poder ver a mis hijos. Aunque luego al día siguiente tengan que madrugar y tengan que dormir pocas horas, pero los voy a poder ver. A mis hijos, a mi mujer, a mi madre... a la familia", reconocía hace unas semanas. Es por eso que, para Iván Ania, este momento cobraba especial importancia. Y es que pisar el estadio del equipo de su vida, junto a su hija pequeña, debe haber sido sumamente especial para él.
En este sentido, ya tenía planificados todos los viajes en los que podría estar con su familia: "Los veré en Santander, en La Coruña, en Oviedo, en Gijón... Para mí, todas esas situaciones, que las comentábamos el año pasado, me cambian la vida deportivamente pero también familiarmente", admitía.
Y es que Iván Ania suele pasar mucho tiempo lejos de su familia durante el año: "Yo a mis hijos los veo por videollamada todos los días, pero personalmente, en persona, los veo poquísimo. Evidentemente, muchísimo menos de lo que me gustaría. Realmente los veo una vez cada tres meses", lamentaba.
Esto implica que, debido a su trabajo, ha estado ausente de grandes momentos familiares en la vida de sus pequeños: "Me he perdido... no te puedes imaginar lo que me he perdido de mis hijos. La pequeña siempre pregunta por qué papá nunca está en la comunión. Por qué papá nunca vino al cole. Ahora cambiaron de cole y nunca pude llevarlos al cole", comentaba.
Es por eso que, en ese sentido, Iván Ania quería quería dejar claro que el personal que trabaja en fútbol, aunque sea privilegiado y tenga salarios elevados, también tiene que tomar decisiones en su vida: "Hay situaciones que alguno puede pensar que se pueden dar. Pero hay otros que solo ven al entrenador como algo que está ahí y que entrena a un equipo y no. Tenemos una vida familiar. Algunos tienen la suerte de que les acompañe la familia. Otros no tenemos esa suerte. Mi niña pequeña tiene diez años, y llevo siete fuera. Imagínate lo que me he perdido de ella", comentaba, con pesar.