Louzán, un presidente para la RFEF inhabilitado de serie y que pone de acuerdo a PSOE y PP
Hoy a las 11:00 PM
A inhabilitado muerto, ¿inhabilitado puesto? Así puede resumirse el grotesco movimiento protagonizado por quienes siguen moviendo los hilos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Un numeroso grupo de presidentes de territoriales que, después de haber confeccionado una Asamblea a su medida, pretenden que el gallego Rafael Louzán recoja el testigo del inhabilitado Pedro Rocha, a su vez sucesor del también inhabilitado Luis Rubiales. Lo dicho, grotesco.
Aunque los llamados barones deben de estartan acostumbrados que lo verán como algo normal, el problema es que Louzán viene inhabilitado de serie. Por si no lo sabían, este conserje de un polideportivo de su Ribadumia natal presidió la Diputación de Pontevedra durante más de una década y está condenado a siete años de inhabilitación para ocupar cargos públicos por el sobreprecio que dicha institución pagó para el campo de fútbol de Moraña.
Cierto es que, tras un primer recurso en el que logró que le quitaran los dos años de cárcel, la sentencia de inhabilitación aún no es firme. El gallego la recurrió ante el Tribunal Supremo y este es el argumento que usan quienes defienden que jurídicamente puede presentarse a las elecciones de la RFEF, además de alegar que esta es un ente privado, por lo que no le afectaría la Orden Ministerial, que veta a los condenados a ocupar cargos públicos.
Sí lo hacen los Estatutos de la RFEF, pues el artículo 19 sobre los requisitos necesarios para poder ser miembro de sus órganos, entre los que se encuentra el de presidente, señala como cuarta condición "no estar inhabilitado para desempeñar cargos públicos". Algo que sucede con Louzán, aunque quienes jurídicamente defienden su candidatura, insisten en que la RFEF es un ente privado. Si lo fuera totalmente, ¿por qué materias como estas acaban en el Contencioso-Administrativo?
El otrora impensable apoyo de Javier Tebas
Incomprensiblemente, el nutrido grupo de barones que postula a Louzán para sustituir al florero Rocha cuenta con el otrora impensable apoyo del presidente de LaLiga. Sí, el mismísimo Javier Tebas,quien hace un año acusaba al gallego de estar inhabilitado por prevaricación, pero ahora le avala, tal y como hizo con Pedro Rocha, a quien también anteriormente señalaba de haber estado investigado por fraude electoral.
Sin duda, una paradoja, pues esto es precisamente lo que podrían estar haciendo este grupo de presidentes de territoriales que respaldan la candidatura de Louzán, incumplir la neutralidad electoral. Al menosdesde el punto de vista ético, el cual debería anteponerse al jurídico. Más aún tratándose de deporte, donde se supone que impera el fair play. Sin embargo, con todos los intereses y la cantidad ingente de dinero que hay por medio, solo un ingenuo no sabe que esto es una quimera.
Las connotaciones políticas del candidato Louzán
Como era de esperar y confirmó el diario El País, si Louzán accede a la presidencia de la RFEF, el Gobierno socialista elevará a través del Consejo Superior de Deportes (CSD) una denuncia al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), pues nadie duda que esta llegará. El infatigable Miguel Galán tiene el gatillo preparado. En el organismo que preside José Manuel Rodríguez Uribes consideran que la FIFA no les acusará de injerencia y tampoco correrá peligro el Mundial 2030.
Al contrario, el hecho de volver a tener un presidente inhabilitado sería lo que dejaría la reputación del fútbol español nuevamente por los suelos. Esto es algo en lo que coinciden, y esto sí que es noticia, el PSOE y el Partido Popular. Poco han tardado algunos medios el politizar un asunto al que generalmente no prestan atención para recordar la relación de Louzán con su paisano Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, en Génova lo tienen claro y no quieren ver al gallego al frente de la RFEF.
Tal y como informamos en este diario, Louzán entró en política de la mano del que fuera alcalde de Ribadumia, Nené Barral. Este defraudador a Hacienda confeso e imputado por contrabando, creó la plaza antes de promoverle como concejal, teniente de alcalde y número dos de una Diputación que no tardaría en presidir. A partir de ahí, se le acusó de nepotismo y enriquecimiento sospechoso. Circuló una lista de 40 funcionarios "enchufados" por él, y hasta la empresa que fundó su chófer se puso bajo la lupa, con adjudicaciones millonarias que la convirtieron en una contratista privilegiada de la Diputación de Pontevedra.
La Federación Gallega de Fútbol fue su refugio
Pero solo cuando se refugió en el fútbol, las acusaciones se convirtieron en causas judiciales. En 2014, apenas un año antes de que el PP perdiera la Diputación de Pontevedra, Louzán se lanzó a por la Federación Gallega de Fútbol (FGF). Para entonces, ya estaba en marcha uno de los tres grandes asuntos en los que se vio implicado, por irregularidades en adjudicaciones de obras públicas y recepción de regalos. Los contratos bajo sospecha por los que fue juzgado y condenado.
También apareció como receptor de un reloj valorado en 2.500 euros, así como de lotes de vino. Como puede leerse en la resolución de la Audiencia Nacional que estimó improcedente la medida cautelar a Rocha, "el interés general lo encarna el correcto funcionamiento de las instituciones deportivas", por lo que no es procedente que ejerza el cargo de presidente quien ha sido inhabilitado "por conductas contrarias a los valores deportivos y que son objeto de reproche disciplinario".
El refugio futbolístico de un barón popular tres veces imputado
Pablo López. Vigo
¿Acaso esto no es aplicable a Rafael Louzán? Algunos juristas están convencidos de que el gallego no será absuelto por el Tribunal Supremo, por lo que allá por el mes de marzo del año que viene podría estar inhabilitado por sentencia firme. Después de las inhabilitaciones de Ángel María Villar, Luis Rubiales y Pedro Rocha, la RFEF y el fútbol español no pueden permitirse un nuevo escándalo, algo en lo que algunos barones sí están de acuerdo y otros al menos ya no ven tan claro.
Este martes acaba el plazo para presentar avales y que haya asambleístas que apoyen a un inhabilitado de serie como Louzán sería la demostración, además de su complicidad, de que poco o nada les importa que todo siga igual. Avisados están.