Menotti vs Bilardo, la guerra que dividió a Argentina y la venganza en un Zaragoza-Sevilla

Este pasado domingo, falleció a los 85 años César Luis Menotti, exentrenador argentino de clubes como el Atlético de Madrid y el Barcelona y campeón del mundo con la albiceleste en 1978. El rosarino fue un hombre de profunda huella ideológica, tanto en el ámbito de la política como en el futbolístico, lo que le llevó a mantener una 'guerra' que dividió a su país conta Carlos Salvador Bilardo, su sustituto en la selección, que tuvo su reflejo en un Zaragoza-Sevilla.

Los dos técnicos que llevaron a Argentina a conquistar el Mundial antes del 2022 tuvieron diferencias irreconciliables durante toda su vida. Solamente la enfermedad del campeón en 1986 llevó a Menotti a desearle lo mejor ya en sus últimos años de vida pero, antes de ello, los dardos eran habituales entre uno y otro.

Por un lado, Menotti era cercano a la izquierda, a pesar de consagrarse como campeón del mundo en Argentina durante la dictadura de Videla en 1978. Su propuesta futbolística partía de la base de "jugar siempre mejor que el rival", algo que llevó al éxito a Huracán y después a la selección y que influyó en técnicos como Pep Guardiola.

Por el otro, Bilardo, mucho menos idealista y más pragmático, como remarcó durante su intento de presentarse a la presidencia de Argentina en 2001. También para el fútbol, donde solo valía ganar fuese como fuese, con todo tipo de artimañas y una obsesión enfermiza que jugadores suyos como Diego Armando Maradona, héroe de su Mundial en 1986, se encargaron de revelar.

El inicio de la guerra entre Menotti y Bilardo

La relación entre ambos se torció en 1983, poco después de que Bilardo sustituyese a Menotti en el banquillo argentino después del Mundial de España. Ambos se reunieron para que el técnico saliente le hablase al nuevo sobre varios jugadores y su función en el equipo pero, a pesar de la cordialidad en el encuentro, todo saltó por los aires.

César Luis Menotti, durante una entrevista.

Carlos acusó a César de filtrar todo lo que allí se dijo y este le achacó que no hiciera caso a sus consejos. Además, las críticas del técnico saliente a una derrota del combinado sudamericano fue el detonante que prendió la mecha.

Las frases que se dedicaron uno y otro fueron innumerables, yendo más allá incluso de sus ideas futbolísticas. "No entiendo a los que se titulan hombres de izquierda y andan a los abrazos con los militares", "Menotti es un rabanito, rojo por fuera y blanco por dentro o "Durante el partido no tengo amigos y, al rival, si puedo, lo piso y lo mato. El fair play es un invento de los británicos", fueron algunas de las frases dedicadas por el 'Narigón' al 'Flaco'.

Este, aunque en un inicio rehusó entrar en la guerra dialéctica, terminó entrando de lleno: "El fútbol es tan generoso que evitó que Bilardo se dedicara a la medicina", "Bilardo es un cobarde y un enano mental" o "Nunca me sentaría con la persona esa. Me atacó, me mató a mí y a mi familia" fueron algunas de las 'respuestas' de Menotti.

Esta guerra también se sintió en España, aunque no llegaran a coincidir donde ambos técnicos dirigieron con el rosario en Barcelona y Atlético de Madrid en los 80 y el bonaerense en dos etapas en el Sevilla en los 90. Fue durante la etapa de Bilardo en el conjunto hispalense cuando se produjo una de las anécdotas más curiosas en un partido en La Romareda.

Ese Zaragoza-Sevilla de 1993 ya venía 'caliente' del partido de la primera vuelta en el Sánchez Pizjuán con una "encerrona", tal y como rememora Miguel Pardeza en su libro 'A pie cambiado. Cuaderno de un futbolista desencantado', de la que los maños buscaron vengarse.

La sorpresa fue mayúscula en la expedición sevillista cuando entraron en su vestuario y lo vieron empapelado con fotos de Menotti, algo que hizo estallar al técnico visitante. Bilardo "convocó a todas las fuerzas del infierno para que desgraciaran al terrorista que había urdido semejante atentado moral", según narraba Pardeza al comprobar dicha afrenta.

El Zaragoza le dio al argentino de su medicina y, tras esta treta, los aragoneses vencieron por 2-1 gracias a los tantos del propio Pardeza y el 'Paquete' Higuera, dejando estéril el tanto de Davor Suker. Un encuentro con una historia detrás que evidencia esta guerra entre menottistas y bilardistas que aún hoy resuena en el mundo del fútbol.

Carlos Salvador Bilardo, en el banquillo del Sevilla.

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