Valencia-Alavés, final doble en el infierno de Mestalla para cerrar el año

Valencia Cf y Deportivo Alavés miden en unas horas sus respectivas crisis deportivas y aspiran a cerrar el año con un triunfo que endulce algo, aunque sea mínimamente, las fiestas a sus seguidores. En Mestalla se vivirá una doble final, el final del año en sí, porque es el último partido partido antes del parón de vacaciones y una final adelantada por la supervivencia entre dos equipos llamados a estar sufriendo hasta el final de liga.

Puestos a analizar mucho peor, lo tiene el Valencia que es colista. Los de Rubén Baraja llegan de nuevo tocados, porque se les escapó el triunfo en Cornellá y, todavía con numerosas bajas que no están disponibles hasta después de las próximas fiestas. Comenzando por el capitán José Luis Gayà, siguiendo por Mouctar Diakhaby y Thierry Henry, tampoco estarán a disposición del entrenador valencianista el meta Giorgi Mamardashvili, el delantero Rafa Mir y a última hora se lesionó César Tárrega.

No lo tiene tan mal el Chacho Coudet, que pierde al argentino Tenaglia por acumulación de tarjetas y que su única duda en el once titular es, precisamente, ese lateral derecho. Hugo Novoa parece que será el sustituto del lateral titular, aunque cabe la posibilidad de que Mourinho se desplace al costado derecho y sea Sedlar el que forme en el centro de la saga.

Javi Guerra en el Valencia-Alavés

Más que tres puntos entre Valencia y Alavés

Ganar es clave, quien lo haga sumará más de tres puntos, pues restará otros tres a un rival directo. Empiezan la jornada con cinco de diferencia, el Valencia es colista con 11 y el Alavés, el primero que se salvaría hoy en día de la quema, con 16. Para los intereses de los locales ganar no es una obligación, es una necesidad. Se espera, además, que sea en medio un ambiente caldeado y enrarecido por la situación deportiva del club, pero también por los bochornosos incidentes de la junta General de Accionistas del pasado jueves que duró 13 minutos cuando el Consejo de administración decidió suspenderla entre gritos y abucheos que impidieron hablar a la presidenta. Vamos, un panorama desolador para cerrar un 2024 para olvidar.

A título individual, además, un triunfo o una derrota podrían hacer caer la espada de Damocles sobre el cuello de Rubén Baraja, todo y que la presidenta lo ha ratificado recientemente.

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