25/04/2025 14:32
La mentalidad de vivir el día a día con pasión e intensidad es la fórmula sobre la que el Levante ha conseguido tener serias aspiraciones de ascender a Primera División. Oviedo es la siguiente prueba a batir y da la sensación de que no hay nada más allá de lo que sucederá este fin de semana en el Carlos Tartiere, en la que será una batalla titánica por subir a la élite del fútbol español. Quedan seis pruebas de fuego, tal y como catalogó el técnico levantinista, «casi podemos hablar de finales, que no, pero son partidos muy transcendentes», pero no existe otra receta en Orriols que sea la de ir paso a paso, avanzando en el maratón de Segunda División y subiendo peldaños hacia la élite del fútbol español. Pese a la dificultad del desafío, los pupilos comandados por Julián Calero tienen motivos para sentirse superiores a cualquier adversario de la categoría. Son, junto al Almería, el equipo que más goles ha anotado en Segunda, con 13 goleadores diferentes y sin depender de nadie en ataque, y ocupan un segundo puesto que permite soñar con grandes gestas. En el Ciutat de València, tanto a nivel objetivo como en términos emocionales, un ascenso sería vitamina para un club que, gracias a la ilusión que desprenden sus jugadores, empieza a sobreponerse de temporadas cargadas de golpes. Sin embargo, la palabra 'ascenso' está prohibida. Oviedo es el término más repetido en un levantinismo que afrontará el duelo convencido de que los suyos estarán a la altura, aunque imaginar, desde la fantasía más absoluta, una vuelta a Primera sea inevitable.