El reservado discurso de Manuel Pellegrini respecto al mercado

Manuel Pellegrini no engaña a nadie. El técnico chileno afronta su quinto año en el Real Betis, algo de lo que se muestra "muy orgulloso", y conoce a la perfección la situación y la actualidad de su equipo. No es un novato, no es alguien a quien puedas trampear la realidad, y en este nuevo mercado el bético lo ha vuelto a hacer: no importa el nombre, su discurso es altamente reservado.

No hace demasiado desde que Manuel Pellegrini deslizase públicamente su descontento con las salidas que debía acometer el club año a año a pesar de estar en Europa. No hace demasiado desde que se hablase de la opinión contraria del chileno al ser cuestionado por la gestión de Luiz Felipe. Como decíamos, Pellegrini no engaña a nadie. Y a él tampoco le engañan.

Es por ello que este viernes, al ser cuestionado por nombres como los de William Carvalho, Nabil Fekir, Ayoze o Germán Pezzella, el ex del City -entre otros muchos- ha mantenido un discurso altamente reservado.

Manuel Pellegrini ante el Rayo Vallecano (Foto: Cordon Press)

"Estamos empezando la pretemporada, así que es difícil tener una visión completa de lo que va a suceder. Ahora estamos trabajando con un plantel y los jugadores que están trabajan para ganarse un puesto y el tiempo dirá qué jugadores se quedan y cuáles son los que comenzarán jugando. Por ahora estamos trabajando con un grupo en una forma importante e intensa", decía en una de sus respuestas.

Manuel Pellegrini y un plantel aún por definir

El chileno sabe que aún le faltan muchas cosas en su plantilla y, en parte, todo se debe al atasco en la operación salida. William Carvalho, futbolista al que apunta como "importante" con una "trayectoria y un valor difícil de sustituir", está llamado a salir, pero el entrenador no da ni un solo paso en falso.

Otros nombres como el de Nabil Fekir, aún pudiendo ser importante, están sobre la mesa por su salario y otros, que aún ni han vuelto, como Ayoze, serían una pérdida tan importante como previsible si no se cierra su continuidad pronto.

Por ello, el técnico no arriesga, no cambia su discurso. Sabe que por mucho que él quiera, las circunstancias, como sucedió con Luiz Felipe hace poco menos de un año, podrían condicionar a su equipo. Esperará al final del mercado (incluso al final del árabe) para opinar con fuerza y, entonces, hace lo que mejor sabe hacer: competir sea cual sea la condición.

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