Albacete – Tenerife: duelo de urgencias con el ruido de fondo como protagonista
Ayer a las 11:42 AM
C
uando deportivamente las cosas no marchan de la mejor manera, incluso de detalles, a priori, menores pueden surgir tormentas y eso le ha sucedido esta semana tanto a Alberto González, técnico del Albacete, como a su colega en el banquillo del C.D. Tenerife Pepe Mel que tuvieron que dedicar gran parte del tiempo de sus respectivas comparecencias en la previa para pedir disculpas por algunas de sus manifestaciones anteriores e intentar aclarar, con mayor o menor éxito, el sentido de sus palabras.
Tras el esperpéntico partido protagonizado por el Albacete en el Nuevo Pepico Amat de Elda, dónde el equipo estuvo mal en todo, tal y como reconocían sin tapujos los futbolistas blancos; su propio entrenador se enredaba con las palabras en Sala de Prensa y, al intentar defender a los jugadores de los insultos, siempre censurables, que alguna parte de la afición albaceteña profirió contra los suyos, pareció arremeter contra esta y la libertad de crítica, siempre desde el respeto, que el público soberano atesora.
Esas declaraciones del preparador malagueño, acompañadas de otras que en muchos oídos sonaron cargadas de prepotencia: "mi nivel de preocupación es cero" o "no podemos dejarnos llevar por análisis menos profundos de los que hacemos nosotros" sirvieron de caldo de cultivo perfecto para que durante la semana poco se haya hablado de lo deportivo y el entrenador haya tenido que dar más explicaciones entonando un particular mea culpa sobre la forma que tuvo de comunicarse.
En cualquier caso, lo que está claro es que, si el equipo hubiera mostrado en Elda otro carácter y un mínimo de intensidad en el juego, independientemente incluso del resultado, estamos seguros que esta polémica y probablemente las recriminaciones de la afición blanca no se hubieran producido.
Pero, si revueltas han estado las aguas por Albacete no menos agitadas discurren en casa de su rival en esta jornada. Dejando aparte la marejada institucional en la que viven instalados perenemente los tinerfeños desde hace meses; con el antiguo presidente del Albacete Jose Miguel Garrido, como máximo accionista y los ínclitos Santiago Pozas y Mauro Pérez en la dirección general y deportiva, respectivamente, haciendo o más bien deshaciendo a sus anchas, ahora la crisis toca de lleno lo deportivo tras una temporada la anterior bastante tranquila en ese aspecto. Y es que, con excepción de la primera jornada, este año el conjunto canario no ha estado nunca fuera de los puestos de descenso, siendo farolillo rojo en la mitad de las jornadas disputadas. Algo que ya le costó el puesto en el banquillo a Óscar Cano que tan solo sumó un punto en los cinco partidos en los que estuvo en el cargo y que su sustituto Pepe Mel no ha logrado enderezar del todo.
Precisamente el veterano técnico madrileño se veía envuelto esta semana en la polémica cuando, en el programa matinal de la Televisión Canaria, indicaba la necesidad de reforzar su plantilla en el próximo mercado invernal con, al menos, "un jugador por línea" porque su equipo necesitaba "sustentarse más fuerte" en las diferentes zonas del campo. Ante el revuelo suscitado, y probablemente llamado al orden desde los despachos, Mel reculaba y como suele ser habitual echaba la culpa al mensajero: "no lo habéis entendido muy bien. Voy a dejar de hacer gracias porque solo las entiendo yo. También dije que hacía falta un entrenador, aunque os quedáis con lo que os interesa". Antes, eso sí, el técnico había reconocido su error al abrir el debate de la ventana de traspasos con un intenso mes de competición todavía por delante.
Con todo este ruido de fondo, a ambos equipos no les vale otra cosa este domingo que no sea la victoria no ya solo para evitarse problemas más serios de los que ya tienen en lo deportivo, sino, para apaciguar unos ánimos muy crispados en el entorno y que, con una nueva derrota, podrían hacerse casi irrespirables y, en el caso del conjunto albaceteño incluso suponer algún tipo de movimiento en forma de cese.
Aunque muy lentamente, Alberto González, comienza a recuperar efectivos tras la plaga de lesiones que ha asolado al equipo en el último mes y medio, así, durante la semana el mediapunta José Carlos Lazo entraba en dinámica de entrenamientos con el grupo probablemente sea parte de la convocatoria. Jaume Costa, Diego González, Ale Meléndez y Fidel Chaves continúan sin embargo en el dique seco.
El míster blanco cree que la claves para este partido estarán en afrontarlo con calma y evitando que el equipo se desequilibre buscando la portería rival a la desesperada; estando asimismo preparados mentalmente para cualquier circunstancia adversa que se pudiera dar a lo largo del partido y que como esta ocurriendo últimamente les obligue a ir contracorriente.
Tras el mal partido colectivo ante el Eldense, el lateral Álvaro Rodríguez, muy lejos de su nivel y que, además actuando a banda cambiada sufre mucho en defensa podría ser el primer damnificado dejando su puesto a un Juan María Alcedo que, sin competencia en su puesto natural por la lesión de Jaume Costa, no ha encontrado, sin embargo, la regularidad ni contado con la total confianza del entrenador.
En el centro del campo Rai Marchán podría ser otro de los sacrificados, en su caso para permitir que Agus Medina se desplace más hacia adentro dejando la bandas a Juanma García y Jon Morcillo y la punta del ataque bien a Higinio o bien Alberto Quiles o quizás dejando al '7' en el banquillo y pasando el delantero onubense al lado derecho. Otra opción podría ser darle la titularidad a Javi Villar que haría pareja en la medular con Riki Rodríguez.
Por lo que respecta al conjunto tinerfeño que tras caer ante el Real Oviedo por 3-1 en el Tartiere es el segundo peor visitante de la categoría con tan solo dos puntos a domicilio, Pepe Mel medita y duda entre la defensa de cuatro o la de cinco efectivos. Aunque parece que en el Carlos Belmonte apostara por esta última estructura que ya empleó ante el Racing de Ferrol de tal forma que le sirva para ganar en confianza atrás: "viendo cómo juega el Albacete, decidiremos. Lo que queremos es que predominen nuestras virtudes y el partido se haga largo", aseveró.
El conjunto blanquiazul poco a poco va vaciando su enfermería y Pepe Mel recupera a jugadores como Cantero, el ex del Alba Maikel Mesa o Teto, que ya han tenido minutos. También ha recibido el alta médica Álvaro Romero tras su grave lesión de rodilla, pero que aún le falta ritmo y ni él, ni Ángel Rodríguez, ni los lesionados de larga duración José Amo y Aitor Sanz estarán en Albacete.
El colegiado designado por el Comité Técnico de Árbitros para la dirección de este encuentro es el riojano Miguel Sesma Espinosa, que completa con esta su segunda campaña en el fútbol profesional tras pasar otras seis en la categoría de bronce del balompié nacional a la que llegó con apenas veintidós años.
Sesma Espinosa ha dirigido al Albacete Balompié en cuatro ocasiones; todas ellas la campaña pasada: en los dos partidos ante el Elche C.F. (1-1 en el Carlos Belmonte y 3-2 a favor de los ilicitanos en el Martínez Valero); en el 2-1 a favor del Burgos disputado en El Plantío y la última vez, en el Albacete 2 – Éibar 1 de la jornada 37 en la que ha sido hasta el momento la única victoria blanca con el de Logroño en el campo.
Al Tenerife, por su parte, le arbitró tan solo una vez: fue el año pasado en el Mirandés 1 – Tenerife 1 de la jornada 11.
Miguel Ortuño Sierra (Comité riojano) y David Bernal Martín (Comité madrileño), habituales con Sesma Espinosa, serán los árbitros asistentes mientras que el malagueño Abraham Domínguez Cervantes estará en la banda como cuarto árbitro. Iván Caparrós Hernández y Christian García Andreu, ambos del comité valenciano, asistirán en la toma de decisiones desde el VAR y el AVAR, respectivamente.
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