Rayco García: el niño 'desinquieto' de los mil sueños

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El viaje comienza siempre por un sueño, y aquel niño que, con tan sólo ocho años, subía entusiasmado cada tarde a la guagua en Santa Úrsula para recorrer 30 kilómetros hasta Santa Cruz, y no faltar al entrenamiento con los alevines del Club Deportivo Tenerife, ya tenía por costumbre dejar escapar por la ventanilla a su imaginación en busca de alguna ocurrencia en el tránsito por los paisajes de ese norte que siempre le hicieron sentir seguro.

Un par de décadas más tarde, Rayco García, mantiene la frescura y la inquietud en su mirada de aquel infante, que sigue emocionándose cada vez que pone el pie en su isla y que mantiene por norma el hecho de que cada sueño es una meta esperando ser alcanzada.

Esta semana, uno de sus sueños vitales ha cruzado la línea de meta con la velocidad del rayo y ante el asombro de propios y extraños. La noche del martes 17 de diciembre de 2024, ya está grabada a fuego en la hoja de ruta de este singular prestidigitador, que tras un sutil chasquido de dedos, ante el asombro de los presentes, sacó un conejo blanco de su chistera y cambió la historia del club de sus sueños. Desde esa noche, Rayco García Cabrera es el aglutinador de inquietudes, de devotos aficionados, y especialmente de empresarios desencantados, que da un paso al frente para liderar el destino del CD Tenerife.

Con poco más de un año de edad, desde que logró el equilibrio que proporciona la verticalidad, Rayco sólo tenia dos pasiones vitales: la gran conexión emocional con su madre, Carmen Cabrera, y dar patadas a cualquier objeto esférico que se cruzara en su camino: desde una piedra a sus primeras pelotas de plástico. Fue uno de esos niños que tuvo que convivir con las consecuencias de la ruptura matrimonial de sus padres. Su hermano y él lo vivieron con dificultad, pero encontrando el camino para superar los obstáculos. En el caso de Rayco, un niño "tremendamente desinquieto" según su madre, también tenía la curiosa habilidad de la abstracción. Su mundo interior, siempre fue una incógnita para todos los que le rodeaban. Era un crío con una gran capacidad para crear e imaginar, y sobre todo para explicar lo que realmente le gustaba, que casi siempre coincidía con alguna disciplina deportiva.

Aquellas primeras patadas a objetos redondos se convirtieron en poco tiempo en auténtica pasión por los balones reglamentarios, fieles compañeros en todo su tiempo libre, tanto en la modesta vivienda familiar como en el patio y campo de tierra del colegio. Su madre supo reconocer la conexión especial que Rayco tenía con este deporte, pero sobre todo, supo leer sus sueños y arropar la extraña confianza y seguridad que aquel jovencito mostraba con sus dotes para la práctica del fútbol.

Junto al excampeón del mundo, el brasileño Romario. DA

A pesar de que familiares y amigos trataron de disuadirla para que el niño no viajase solo cada día a Santa Cruz para asistir a los entrenamientos, Carmen siempre confió en la seguridad y madurez de su hijo para alcanzar los objetivos que el mismo se marcaba. Con el mismo sacrificio, ella acudía cada anochecer, después de largas jornadas de trabajo en un hotel de Puerto de la Cruz, con su viejo y pequeño utilitario de la época, para recoger en la capital a su hijo, sobre el que nunca albergó ninguna duda de que algún día despuntaría como una promesa del futbol español.

A punto de estrenar el año 2025, a Rayco se le asoma una tímida lágrima cuando recuerda los sacrificios de su madre para sacar adelante a dos niños pequeños: su hermano y él. En la actualidad, este soñador confeso, el emprendedor incansable, cuando se refiere a Carmen Cabrera, habla de ella como "mi mama". Dos palabras simples que cuando se juntan son extraordinariamente tiernas, y que a Rayco le salen del alma. Hoy día, Carmen, es uno de los seres más importantes en su vida, a la que rinde gratitud y admiración infinita en sus manifestaciones.

Rayco García en su etapa de jugador. DA

Lo que sucede conviene

Rayco García Cabrera, militó durante ocho temporadas en su querido Club Deportivo Tenerife y jugó en categorías inferiores del Barça. Estando todavía en la cantera catalana, desde el fútbol profesional inglés surgió un gran interés por el deportista tinerfeño, y se terminó mudando al Leeds United, en Yorkshire. Sin duda, este periodo fue determinante para que Rayco expandiera sus fronteras futbolísticas y tuviese claro hacia qué nuevo lugar podía crecer. Esta experiencia británica le ayudó a manejar la lengua inglesa y a desarrollar sus habilidades innatas de buen comunicador, además de su sed inagotable de conocimiento de otras culturas.

Pero, en medio de esta carrera ascendente, de pronto llegó una lesión que lo cambió todo. Nada fue igual a partir de ese momento. Tras intentar rehabilitar su trayectoria profesional en algunos equipos españoles, tuvo la capacidad de detectar que su destino se dirigía hacia otro punto cardinal: hacer realidad las ideas que desde niño tenía en su cabeza. En esos duros momentos, recordaba aquellas tardes lejanas de trayectos en guagua desde Santa Úrsula hacia Santa Cruz, con la mirada perdida más allá de la cristalera de la ventanilla. Aquellos desplazamientos eran inspiradores en su mundo interior. Ahora tenía que subirse a un tren. Uno de esos que pasan una sola vez, si tus sueños y destino comparten la misma dirección.

A pesar de la entereza y vitalidad de aquel joven Rayco, comenzar no fue nada fácil. La primera iniciativa fue organizar en su isla natal distintos eventos de formación para niños deportistas y jóvenes promesas del fútbol. Un cambio radical en relación a la vida que había llevado desde su temprana juventud. Así, hasta que un buen día, una de esas personas que se presentan por algún extraño motivo en tu vida, le sugiere vender esos mismos cursos fuera de España. Sus entrenadores, amigos, y compañeros de equipo siempre señalaron a Rayco como un emprendedor osado, pero con las ideas muy claras.

Lo de comercializar sus campus temáticos en el Líbano y otros países del próximo oriente fue un gran éxito. Una idea en la que nadie creía, que en poco tiempo se convirtió en el primer paso de alta rentabilidad para un joven inquieto con una abultada mochila de sueños, y en el germen de un grupo empresarial que en la actualidad extiende su actividad, además de en Medio Oriente, a Europa, América y África, manteniendo su cuartel general en una isla donde siempre le espera su madre, y a partir de ahora también le aguardará una afición futbolera sedienta de credibilidad, coherencia, honradez, y en esta etapa, muy necesitada de un gran milagro para salvar la categoría de su amado CD Tenerife.

Rayco García, junto a Nasser Al-Khelaïfi, Kluivert y Seedorf, en el estadio Al Thumama. DA

Creer y Crear

Aquel niño 'desinquieto' de Santa Úrsula nació con la extraña habilidad de convertir sus sueños en el mapa de su vida. Bajo ningún concepto se permite distracción alguna que le aparte del camino. Una magnífica obra gráfica de un reconocido ilustrador británico que cuelga en su despacho le recuerda y ayuda identificar en todo momento el camino correcto y le advierte con certera precisión de que los atajos fáciles solo conducen al caos. Es su cábala particular para mantener entrenada la disciplina y el camino al conocimiento.

Las otras aristas de la personalidad y discreta vida de este polifacético emprendedor ya son sobradamente conocidas: agente FIFA, embajador de UNICEF, propietario de "RG Consultant & Sport Solutions", promotor y productor de eventos exclusivos para la élite del fútbol y otras estrellas del deporte, con especial enfoque en mercados clave como Catar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí y Estados Unidos; negociador de grandes contratos relacionados con figuras tan populares como Cristiano Ronaldo, Messi, Kluivert, Seedorf, Kaká, Zico o el mismísimo Mbappé.

Con el exjugador y extécnico del FC. Barcelona Johan Cruyff. DA

Ha creado y organizado eventos de alto impacto como los homenajes a Nelson Mandela en 2018 –un encuentro entre el Barça y el Mamelodi Sundowns ante 90.000 espectadores en Johannesburgo, con figuras como Barack Obama y Leonardo DiCaprio en las gradas– o el memorial a Diego Armando Maradona en 2021, con el Boca Juniors frente al Barça en Riad.

En la agenda de su teléfono móvil aparece el número directo de personalidades tan dispares como el magnate y propietario del Paris Saint-Germain, Nasser Al-Khelaïfi, los descendientes directos de Nelson Mandela, Silvester Stallone o la mediática Sofía Vergara, entre otras decenas de nombres propios del mundo del deporte, el espectáculo, el cine y grandes multinacionales.

Así es Rayco, en breve, presidente del club de sus sueños. El joven que, tras su lesión, eligió entre la depresión del deportista apartado, o seguir los sabios consejos de Johan Cruyff, del que se considera discípulo fiel, admirador incondicional, y especialmente amigo, en los últimos años de su vida. Rayco García, ahora pasará más tiempo en Tenerife, donde los sueños se encuentran con la realidad, donde podrá disfrutar de las puestas de sol más bonitas del mundo, donde plantar y cuidar sus apreciadas especies autóctonas, no en vano es un gran aficionado a la botánica, pero sobre todo, donde podrá sentarse en su jardín, junto a quien mejor le escucha, su árbol amigo, en su rincón secreto de pensar -donde madura sus inquietudes- mientras su mirada se pierde en el Atlántico, con la silueta de la isla de La Palma como telón de fondo. Aquí, en esta nueva singladura en su vida profesional y personal, seguirá imaginando su futuro.

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